Caléndula: Para qué sirve, tipos y contraindicaciones
Por Sarah Peiró
La caléndula (Calendula officinalis) es una de las plantas más valoradas por sus múltiples usos tradicionales, especialmente en el cuidado de la piel. Conocida también como “maravilla”, ha sido empleada durante siglos por sus propiedades calmantes y regeneradoras. Hoy en día, podemos encontrarla en infusiones, cremas, aceites y ungüentos, y sigue siendo una aliada en muchos hogares que apuestan por el bienestar natural.
Qué es la caléndula
La caléndula es una planta herbácea originaria del sur de Europa. Pertenece a la familia de las Asteráceas y es fácilmente reconocible por sus brillantes flores anaranjadas o amarillas, similares a las margaritas. Entre sus nombres comunes están “flor de caléndula”, “maravilla” o “botón de oro”.
Esta planta no solo es apreciada por su belleza ornamental, sino también por su riqueza en compuestos como flavonoides, triterpenos y aceites esenciales, que explican sus aplicaciones tradicionales tanto externas como internas.
Propiedades y beneficios de la caléndula
Beneficios para la piel
Uno de los usos más populares de la caléndula es en el cuidado de la piel. Tradicionalmente, se ha utilizado para aliviar pequeñas irritaciones cutáneas, calmar la piel después del sol, y favorecer el bienestar de pieles sensibles, secas o agrietadas. La encontramos en bálsamos labiales, cremas hidratantes, pomadas o lociones corporales, gracias a su efecto calmante y emoliente.
También es habitual su uso en bebés, en productos específicos para la zona del pañal, debido a su suavidad y buena tolerancia.
Propiedades digestivas y tradicionales
La caléndula también se ha usado tradicionalmente como planta digestiva suave. En infusión, puede ayudar a aliviar molestias digestivas menores como pesadez o gases, y se ha empleado en enjuagues bucales para cuidar las encías y la cavidad oral.
Además, se le atribuyen propiedades antiinflamatorias tradicionales, especialmente en su uso externo, en forma de compresas o baños de asiento.
Tipos de caléndula
Existen diferentes especies dentro del género Calendula, aunque la más utilizada es la Calendula officinalis, la especie más común y estudiada, con aplicaciones cosméticas, culinarias y tradicionales en fitoterapia.
Otras variedades, como la Calendula arvensis (caléndula silvestre), también crecen en entornos naturales, pero no son tan apreciadas a nivel medicinal o cosmético como la officinalis, debido a su menor concentración de principios activos.
Cómo usar la caléndula en casa
La caléndula es muy versátil y puede utilizarse de diversas maneras en el hogar:
- Infusión de caléndula: con la caléndula a granel puedes añadir 1 cucharadita de flores secas en una taza de agua caliente. Dejar reposar 10 minutos. Ideal para beber después de las comidas o para usar como enjuague bucal.
- Aceite de caléndula: se obtiene macerando flores secas en aceite vegetal (como aceite de oliva o de almendras). Se puede aplicar sobre la piel como hidratante, para calmar zonas sensibles o después del afeitado.
- Ungüento casero: mezclando el aceite de caléndula con cera de abeja se puede crear una pomada natural útil para zonas resecas, rozaduras o talones agrietados.
- Baños de asiento: preparar una infusión concentrada y añadirla al agua de un baño para aliviar molestias externas en la zona íntima.
Contraindicaciones y precauciones
Aunque la caléndula se considera una planta segura, es importante tener en cuenta algunas precauciones:
- Embarazo y lactancia: se desaconseja el uso interno sin supervisión médica durante el embarazo y la lactancia.
- Alergias: las personas alérgicas a otras plantas de la familia Asteraceae (como la manzanilla o la ambrosía) podrían experimentar reacciones.
- Uso prolongado: el uso externo continuado debe hacerse bajo criterio profesional si hay heridas abiertas o afecciones cutáneas persistentes.
Siempre es recomendable consultar con un profesional médico o especialista en fitoterapia antes de comenzar cualquier tratamiento natural.
Dónde conseguir productos con caléndula de calidad
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Preguntas frecuentes sobre la caléndula
¿La caléndula es apta para niños?
Sí, su uso tópico es común en productos infantiles, especialmente en cremas para el cambio de pañal. No obstante, siempre es recomendable realizar una prueba previa en una pequeña zona de la piel.
¿Se puede usar caléndula para el acné?
La caléndula se ha usado tradicionalmente para calmar pieles irritadas, pero no está demostrado su efecto directo sobre el acné. Consulta con un dermatólogo para tratamientos específicos.
¿La caléndula se puede usar durante el embarazo?
Su uso interno no está recomendado sin la supervisión de un profesional. El uso externo, en cosmética, suele ser seguro, pero siempre es preferible consultar con tu matrona o médico.
¿Cómo conservar el aceite de caléndula casero?
Guárdalo en un frasco de vidrio oscuro, en un lugar fresco y seco, para protegerlo de la luz y conservar mejor sus propiedades.
¿Qué diferencia hay entre caléndula y árnica?
Ambas se usan tradicionalmente en cosmética natural, pero la árnica se emplea sobre todo para aliviar golpes y contusiones, mientras que la caléndula se asocia más al cuidado de la piel sensible.
